Columnista invitado: Favio Barón
El mercado visual crece en todo elmundo, lento en países más desarrollados (Europa, EEUU) y mucho más rápido y agresivamente en mercados menos maduros (como Latinoamérica). Obviamente todo esto, previo a la pandemia que puso todo entre paréntesis.
¿Por qué se da este crecimiento?
En principio por múltiples factores socio-culturales, como el tiempo de uso promedio. Nuestros clientes viven más pero además comienzan cada vez más jóvenes a ocuparse de su salud visual, las horas cada vez mayores expuestos a pantallas, la evolución de materiales, moda y tecnologías, mejorando los productos y la experiencia de compra, la cultura visual y otros motivos varios que hacen que este segmento tenga una masa cada vez más grande de clientes/pacientes.
¿Por dónde se canaliza este crecimiento?
La óptica, igual que la mayoría de los segmentos va sin dudas y aceleradamente a un modelo de consumo cada vez más omnicanal. Los clientes envejecen y las nuevas generaciones comienzan la compra digitalmente y la terminan en la tienda o al revés. Miran, eligen y deciden en cualquier horario de la madrugada, cuando están reunidos entre amigos o cuando alguien se lo compartió.
En todo el mundo y en todos los canales, a mayor o menor velocidad, la inversión en retail físico (aperturas, metros cuadrados, etc) cae, mientras que las inversiones en canales digitales (E-commerce, M-commerce, S-commerce, etc) crece y crece.
¿Y cómo está impactando esto en mi negocio?
“Cuando el ritmo de cambio afuera es más veloz que el ritmo de cambio
adentro, el final está cerca”, decía Jack Welch, refiriéndose al cierre definitivo de la cadena Blockbuster.
Tal vez lo interesante, como pensamiento estratégico, no es entender cómo impacta ahora esto en mi negocio, sino qué le sucederá a mi óptica con las decisiones que TOME o NO tome ahora, porque en esto, pensar fuera de tiempo, puede ser desde muy caro, hasta mortal.
Los clientes VIVEN casi 12 horas al día en dispositivos, BUSCAN ahorrar tiempo, QUIEREN experiencias de compra inteligentes, SABEN, ESTÁN INFORMADOS, GOOGLEAN, HACEN VALER su dinero, y si mi óptica NO ESTÁ ALLÍ, no le habla ni le ofrece lo que desean, con el tiempo me
van a cambiar, me elegirán menos y accederán cada vez más fácil a cualquier otro proveedor, no importa dónde se encuentre.
Y esto abre otro análisis, ¿contra quiénes pienso que voy a competir en el mediano plazo?
Mi competencia de a 3 calles es previsible, nos conocemos, ambos manejamos un negocio similar (retail), que es lento, se maneja más o menos igual desde hace más de 60 años, con reglas más o menos claras que cada generación ha heredado sin demasiadas complicaciones.
Pero los canales digitales nada tienen que ver con esto. No están en nuestro ADN ni pudimos aprenderlo de nuestros padres, mucho menos en la currícula de nuestra facultad. Son más complejos, requieren inversión e innovación permanente, nos abren un mundo entero, pero requieren
atención y velocidad de respuesta.
Sin dudas, EL CRECIMIENTO del mercado se trasladará indefectiblemente a un escenario de competencia mucho más complejo que el actual. Por un lado, la concentración por parte de las multinacionales, que además se están digitalizando a gran velocidad; en otro rincón, la oferta creciente y agresiva de competencias nativas digitales, los pull de compra, las
cadenas independientes; y más adelante, los grandes players digitales (Amazon, Alibaba, Netflix) con millones de usuarios, big data y por qué no, una linda oferta de tus pares de gafas para ver la peli mientras pochocleás. La demanda crece, pero la oferta también.
¿Mi recomendación? Es un gran momento para re-pensar nuestro negocio. La masa crítica de potenciales clientes es enorme y seguirá creciendo, pero no son sólo los que pasan por la puerta de tus tiendas, ni siempre se tomarán el trabajo de ir personalmente a reponer un lente de contacto. Los clientes no nos van a esperar, buscarán siempre su mayor conveniencia.
Esto está cambiando rápido, la pandemia debe dejarnos una gran enseñanza y eso no tiene que ser una amenaza, sino una gran oportunidad. No hay que preocuparse, sino ocuparse, bajarse de la ruedita del hamster del día a día y analizar dónde estoy hoy y si lo que hago HOY, me va a llevar hacia dónde quiero estar MAÑANA.
Y trabajar juntos, liderar no es que saber de todo.
Les dejo un gran saludo y mi correo está abierto para lo que pueda colaborar!
favio@visionacademylatam.com